GRACIAS, HERMANO...
"Mi padre, Rolando Augusto, mi viejo, vivió en estado de fantasmagoría, tuvo la poética necesidad de contar historias, y de pintarlas al óleo y al acrílico, con crayones, a pincel y espátula; y entonces quedó su esencia en las maneras de mi identidad y escritura, esa misma necesidad de contar, de vivir fantasmagorías, de rescatar. De regresar a los barrios. Otra manera de volver a casa, siempre. Junto con mi viejo tenemos la costumbre de andar señalando lugares y buenos fantasmas en el aire".
Aquí una explicación de la presencia de papá en mi escritura, es de Independencia, entre Castro Barros y Colombres, de este año.
Ojalá que hoy sea buena para tu dibujo, o sea, premiado, aunque el premio ya está porque el trabajo existe, ya vive.
EDGARDO LOIS, 27-11-2021
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